Democracia: ¿Más allá o más acá de las naciones?

Por: Javier Loaiza

 

Un interesante editorial en El País, de España, reflexiona sobre las dificultades de construir y consolidar el espacio europeo sin instituciones democráticas supranacionales y clama por democracia más allá de las naciones.

Un debate aplazado, pues en el fondo de la crisis económica y sobre todo de las tendencias sobre cómo superarla, se presenta una tensión entre los nacionalistas y los europeístas; entre los políticos y los empresarios; entre burócratas y los ciudadanos. En el mundo global, interconectado, urbanizado y superpoblado de hoy se ha puesto en evidencia el fracaso del Estado Nación. No es capaz de resolver lo local, ni tiene idea de cómo atender lo regional y, menos, lo global. Ahí radica el problema.

Faltan la inteligencia, el conocimiento, las herramientas, los instrumentos para atender no solo las exigencias del momento sino los desafíos de una nueva sociedad que se va configurando a pesar de las restricciones de los burócratas, los políticos y los nacionalistas de viejo cuño. En vez de tratar de mejorar un sistema anacrónico y obsoleto se debería audazmente pensar en nuevos modelos.

Esta probado que la democracia es local, no nacional. Mucho menos podrá ser europea, regional o global. A lo sumo, con las herramientas de hoy se podrían pensar modos federativos o confederativos. La democracia representativa no fue más que un magro intento por resolver de manera transitoria el empuje de los revolucionarios franceses contra el autoritarismo de la corona. Ese autoritarismo no ha cesado y los liderazgos se ejercen de manera personalizada e incluso soberbia, a la izquierda y la derecha. Si no me crees mira a cualquiera de los presidentes, aún en los países más “civilizados”, ni qué decir de los latinoamericanos, asiáticos o africanos.

Si la democracia es local, en su esencia y en su origen, lo que hay que construir es auténticas democracias locales en las ciudades, y desde allí armar formas asociativas entre ciudades-estado, autonomías y/o regiones-estado. No podemos ignorar que más de la mitad de la población del mundo vivimos en grandes centros urbanos desde 2004. Pero que en los países europeos y de norteamérica esa tasa es mucho mayor.

Gobernar en los actuales tiempos sigue siendo un concepto equivocado. Ya el profesor Y. Dror desde los 90s afirmaba que en los países de la OCDE los gobernantes no estaban preparados para gobernar. Lo estan hoy? Se deja el mando en manos de un nuevo tipo de caudillo que como héroe con verbo e imagen bien maquillada gana elecciones y le vende a una precaria mayoría el cuento de tener la receta para resolver los males de quien sea el antipático actual mandatario. Todo el problema, en lo nacional, parece reducirse a administrar con eficiencia el ciclo macroeconómico, en manos de incomptetentes. En Grecia e italia, ante el fracaso de los políticos, las soluciones presentadas han sido tecnócratas que probablemente resuelvan ese problema, pero que no tienen la capacidad de leer, entender ni gestionar las nuevas realidades sociales, políticas y económicas dentro de esos países y del influjo regional y global de los nuevos tiempos.

Desde otra parte, gobernar lo local sigue siendo entendido como una tarea menor, para políticos recién iniciados que pueden jugar al ensayo y error y que se deben ocupar de tapar unos cuantos huecos en vías, levantar algunas escuelas, poner unos policías y hacer campañas de vacunación, por decirlo de la manera más elemental. No el sentido de gobernar, de construir gobernabilidad ni menos de hacer governanza. Es decir, de liderar la construcción de convivencia en espacios urbanos y metropolitanos cada vez más poblados, grandes y complejos. Para los medios, prácticamente lo local no existe.

Necesitamos construir democracia más allá, o más aca de lo nacional.

Te invito a a leer el artículo de El País y sumarte al debate.

Me gustaría conocer tu opinión al respecto. Si es que tienes alguna o se te antoja compartirla.

Gracias

 

Tomado de:  javierloaiza.nuevapolitica.net