“Se requirió de mucho compromiso”

EL DIÁLOGO sostenido nació en el mundo de la diplomacia y de los conflictos bélicos, pero ha adquirido otras dimensiones y se puede para solucionar conflictos sencillos entre personas que se estiman y respetan, así como entre complejas rencillas entre naciones.

Con estas palabras el profesor Ramón Daubón, de la Universidad del Sagrado Corazón, abrió ayer un espacio de discusión sobre qué significa esta herramienta y cómo puede aplicarse en procesos comunitarios como el del proyecto Enlace del Caño Martín Peña.

Según Livia Rodríguez, directora ejecutiva de este proyecto, entre los 26,000 residentes de este sector había una necesidad de trazar una ruta en su búsqueda por un ambiente más saludable, en su lucha por retener sus tierras, por lograr el tan ansiado dragado del caño.

Al toparse con un ambiente de desinformación y desconfianza, Rodríguez explicó cómo les tomó años el construir una relación de apoyo y confianza con la comunidad.

“Se requirió de mucho compromiso y dedicación”, indicó.

Rodríguez señaló que la participación ciudadana, la confianza de ellos en estos procesos tomó años.

“No son procesos espontáneos, hay que promoverlos y promover la participación, espacios de diálogo con acciones y reflexiones, la voluntad de conseguir respuestas”, dijo.

Por su parte, Ángel Israel Rivera Ortiz, catedrático de la Universidad de Puerto Rico, recalcó que, para que funcione, el diálogo sostenido necesita que las partes envueltas tengan cierto nivel de optimismo para entablar relaciones de igualdad y poder superar barreras y problemas juntos.

“Es importante escucharse los unos a los otros, reunir a la gente en un ambiente de confianza, buscar soluciones poniendo atención en qué es lo correcto en lugar de quién está en lo correcto, apelar a las mejores cualidades de todos, rechazar la construcción de estereotipos sobre los demás y reconocer que se requiere de una transformación moral y espiritual”, dijo.

Daubón, experto en desarrollo y democracia participativa, recalcó que para que un diálogo sostenido funcione es importante que se incluya la figura del moderador facilitador, una persona entrenada en estas destrezas. La Fundación Agenda Ciudadana planifica unos talleres de capacitación en esta área.

Por: Marga Parés Arroyo / [email protected]

Publicado en: El Nuevo Día