Soluciones para la Economía

Pese a las múltiples ideas que han presentado los partidos políticos para impulsar la economía, el candidato que resulte electo gobernador en el 2013 tendrá que enfocar sus esfuerzos en dos asuntos medulares: la merma en fondos federales y la crisis del Sistema de Retiro.

Así opina un grupo de economistas entrevistados por El Nuevo Día, quienes evaluaron las propuestas económicas de los partidos políticos que fueron reseñadas en las páginas de este diario ayer.

“A la larga, lo que va a decidir la agenda económica de Puerto Rico no es lo que digan los programas de los partidos. Estos otros dos aspectos son los que van a determinar el marco de acción a partir de enero”, dijo José Joaquín Villamil, de Estudios Técnicos.

Para José Alameda, el que resulte gobernador deberá enfocarse en atender la crisis en los sistemas de retiro- cuya deuda estructural ronda los $30,000 millones- y en aumentar los ingresos del gobierno.

“Desde el día uno hay que crear un comité para trabajar en cómo evitar la próxima degradación. Nos va la vida en el corto plazo”, advirtió el economista y profesor universitario en Mayagüez, quien recomendó que dicho comité esté formado por actuarios, economistas y financieros, entre otros profesionales.

Además de atender esa prioridad, Alameda indicó que el nuevo gobernador deberá trabajar en paralelo con otros proyectos de desarrollo económico dirigidos a encender la economía a corto, mediano y largo plazo.

Sobre las propuestas de los partidos, concurre con el Partido Popular Democrático (PPD) con la idea de esbozar un plan de acción para crear empleos en el corto plazo. “Eso dio resultados en los años 30 en la Gran Depresión, cuando surgieron programas como la PRERA (Puerto Rico Emergency Relief Administration) y la PRRA (Puerto Rico Reconstruction Administration)”.

Le complació también los planes para desarrollar la agricultura y la propuesta de los Polos de Desarrollo del PPD, porque “es una buena manera de descentralizar a Puerto Rico”.

Del Partido Nuevo Progresista (PNP), Alameda dijo que favorece el que promueva proyectos de energía renovable y que enfoque también en el sector de la cultura y el entretenimiento. Sin embargo, le preocupa que no haya enfatizado en impulsar el sector agrícola.

Hace varios meses, Alameda y un grupo de economistas de la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez presentaron un diagnóstico de la situación económica de la Isla y ofrecieron una lista de recomendaciones a corto, mediano y largo plazo para reactivar la maltrecha economía.

Villamil, por su parte, dijo que hay propuestas “buenas” en todos los partidos y destacó, entre ellas, la de la exportación de servicios del PNP y la de la creación de empleos a corto plazo en el PPD.

No obstante, el economista de Estudios Técnicos opinó que una de las causas de los problemas económicos de Puerto Rico es que se ha delegado demasiado el manejo de temas económicos a los partidos y al sistema político. “Las responsables de eso han sido las organizaciones del sector no-gubernamental que han aceptado la supremacía de lo político sobre lo económico y social”.

Señaló que Puerto Rico podría resolver ese problema si creara un pacto social entre todos los sectores, algo que el empresario Atilano Cordero Badillo ha propuesto desde hace muchos años, dijo Villamil.

“El Pacto Social es imprescindible para lograr desvincular la economía de los políticos. El modelo de Irlanda, el “Social Partnership”, es particularmente interesante, pues reúne a sindicatos, organizaciones empresariales, organizaciones de base comunitaria, gobiernos locales y el gobierno central y prepara el plan de diez años del país y monitorea su implantación”.

Villamil insistió en que se cree un Consejo de Desarrollo Económico, siguiendo el modelo irlandés, y señaló que para mejorar la competitividad, Puerto Rico no puede enfocarse solo en costos. Hay otros parámetros importantes a considerar, entre ellos, la calidad de vida, la transparencia y efectividad del gobierno, el marco institucional, así como una buena infraestructura científica y tecnológica.

Para el economista Juan Lara las iniciativas de los candidatos para estimular la agricultura mediante la preferencia de productos locales en los comedores escolares, aumentar el número de habitaciones de hotel y dar curso a proyectos de ciencia y tecnología parecen adecuadas para impartir algún grado de dinamismo a la economía de la Isla.

Sin embargo, Lara indicó que, en principio, las promesas hechas por los candidatos a la gobernación deben tomarse con “cautela”, pues la función natural de un político consiste en “prometer” aunque sus iniciativas no necesariamente sean viables.

Además, Lara coincidió por separado con Villamil en que la situación de estrechez fiscal por la que atraviesa el Gobierno y el presagio de recortes en fondos federales impedirá que el próximo incumbente en La Fortaleza se enfoque únicamente en promover la actividad económica.

El reto fiscal

“El próximo gobierno todavía tendrá que dedicar una gran parte de sus energías, si no la mayor parte de sus energías, a seguir tratando de resolver el problema fiscal en el entorno complicado que se plantea con la situación en Washington D.C.”, sostuvo Lara.

De acuerdo con el economista, un escenario de recortes en la capital federal, como secuela de la Ley de Control de Presupuesto del 2011, resulta desfavorable para la economía de Estados Unidos.

“Pero para Puerto Rico, eso (los recortes federales) se convierte en una píldora venenosa”, agregó Lara.

“No veo mucho margen de acción hasta que la situación fiscal mejore significativamente, pero es importante que piensen en medidas de activación económica más allá de la crisis. No podemos tener un gobierno solo manejando crisis”, subrayó.