Encaminan código escolar para prevenir la violencia

La iniciativa de celebrar un foro surgió de la comunidad escolar de la Segunda Unidad Julia de Burgos, en Carolina, con el apoyo de la UNE. (Suministrada)

Estudiantes del nivel intermedio de la escuela Segunda Unidad Julia de Burgos de Carolina elaboran un código de buena conducta para establecer en su plantel una medida de prevención de violencia.

La iniciativa fue el resultado del Primer Foro Estudiantil, que es parte de un proyecto de formación en competencias ciudadanas que la comunidad escolar desarrolla junto al Proyecto VÍAS de la Universidad del Este (UNE).

La actividad sirvió a los estudiantes como espacio para exponer sus inquietudes y propuestas sobre asuntos que impactan a su comunidad escolar, así como a su desarrollo social y académico. El tema de más urgencia que identificaron fue la violencia escolar.

Eduardo Lugo, uno de los organizadores del foro, sostuvo que los estudiantes tienen mucho que aportar, por lo que es necesario promover espacios que validen su voz. Indicó que esa participación democrática es parte esencial de su proceso educativo y de su desarrollo como ciudadanos.

Cinco estudiantes participaron como facilitadores durante el foro. Como parte de sus roles, moderaban las discusiones grupales, ayudaban a establecer las prioridades de las propuestas y luego presentaban al pleno los acuerdos del grupo.

“La escuela es nuestro segundo hogar y nosotros tenemos que mantenerla organizada y ordenada, y mostrarle un respeto”, afirmó Lucreicy Reyes al hablar sobre qué la motivó a facilitar el encuentro.

Al integrar a los jóvenes a los procesos de toma de decisiones, así como al desarrollo e implantación de propuestas, este tipo de actividad fomenta la participación democrática y ciudadana en ellos. De igual forma, al moderar la discusión de propuestas y el intercambio de ideas se fomentan las destrezas del modelo de facilitación.

Para la estudiante Kimberly Arroyo, el ejercicio fue una oportunidad para comunicar y ayudar en la escuela. Daniel Mendoza lo describió como una experiencia en la que aprendió a comunicarse sin miedo y sin faltar el respeto.

El respeto a los demás, la búsqueda de soluciones a través del diálogo y la mediación de conflictos fueron algunas de las destrezas que los estudiantes destacaron como necesarias para un ambiente seguro y favorable en cualquier escuela.

Estas destrezas –conocidas como competencias ciudadanas– son parte del conjunto de conocimientos y habilidades cognitivas, emocionales y comunicativas que, articulados entre sí, hacen posible que el ciudadano actúe de manera constructiva en la sociedad democrática. Las competencias ciudadanas se enmarcan en la perspectiva de derechos y brindan unas herramientas básicas para que cada persona pueda respetar, defender y promover los derechos fundamentales.

La educación temprana en tales competencias ayuda a los estudiantes a incorporarlas y promoverlas como alternativas para manejar situaciones de la vida cotidiana sin tener que llegar a la violencia.

Fue el caso de los estudiantes que participaron del foro en la escuela Julia de Burgos, quienes, para darle continuidad a su desarrollo en competencias ciudadanas, acordaron diseñar un contrato que asegure un código de buena conducta en el plantel. También decidieron presentar un informe de progreso de la implantación de las propuestas discutidas por estudiantes y la administración escolar, en un Segundo Foro Estudiantil, que celebrarán el semestre próximo.

Lucreicy Reyes expresó en una frase el entusiasmo del grupo: “Sí podemos, sí vale la pena y sí tenemos la capacidad de lograrlo”.

Por: Nivlem Cappa Rivera

Publicado en: El Nuevo Día el 9 de mayo de 2013