Innegociable el Sistema Universal

El gobernador Alejandro García Padilla había puesto la fecha del 1 de julio, comienzo del año fiscal, para el inicio de un proyecto piloto, pero el secretario designado de Salud, Francisco Joglar Pesquera, dijo esta semana que el informe de los comités que estudian la reestructuración del plan de salud gubernamental para convertirlo en un programa de acceso universal, no estará listo hasta agosto.

Es esencial, en todo caso, que no se pierda el norte que lleva hacia la adopción de un modelo como el propuesto por la Alianza para la Salud de un Pueblo, que labora en el marco de Agenda Ciudadana, donde se logró que el nuevo gobierno adoptara su concepto de acceso y de cubierta, basado en aquellos estándares reconocidos a nivel internacional que han sido probados exitosamente en países vanguardistas en el campo de la salud.

En el marco de esta discusión se ha estipulado ya que Puerto Rico necesita crear un sistema de salud universal que proteja a toda la ciudadanía, que el País está atrasado en la tarea de implantar un plan integrado y centrado en el paciente, y que no aguanta más parches ni proyectos desconectados de las propuestas multisectoriales y seriamente trabajadas.

Asimismo, en una amplia sesión deliberativa en febrero, en la que participaron más de 70 representantes de numerosos sectores que discutieron el plan del Gobierno y otros modelos propuestos, se llegó a la conclusión de que nuestro país es uno de los que más presupuesto destina a la salud y, sin embargo, está por debajo de las primeras 100 naciones en efectividad de servicios.

La respuesta a esa incongruencia también surgió en ese diálogo transectorial: hay que sacar el partidismo y los intereses particulares de la toma de decisiones y hay que contar con los grupos ciudadanos en el proceso mismo de formulación del sistema.

El doctor Joglar Pesquera dijo el martes a El Nuevo Día que el Gobierno espera asegurar a las 300,000 personas que hoy día no califican para Mi Salud, y que tampoco tienen ingresos suficientes para adquirir un plan médico privado. Serían aseguradas mediante un sistema de acceso universal que permitiría que paguen de acuerdo a sus ingresos.

El plan seguirá siendo financiado totalmente por el Gobierno, con fondos estatales y federales, en el caso de los alrededor de 1.5 millones de asegurados medico-indigentes, mientras que aquéllos que cuentan con planes privados, directos o como empleados asalariados, también seguirán como hasta ahora.

Pero, según Joglar Pesquera, aún no se ha definido lo que incluirá la cubierta básica del nuevo plan de acceso universal, aunque anticipó que sí estarán incluidos los “elementos obvios”, como cuidado ambulatorio, hospitalización, sala de emergencia y cubiertas básicas de medicamentos y salud mental. Los asegurados privados que no tengan cubierta de salud mental, dental o de farmacia, también calificarían.

Es imperativo que se finalicen los detalles técnicos prontamente, de manera que se pase a la acción y se ponga en vigor este vital proyecto social que no puede demorarse más. El muro de la burocracia, que ha plagado la reforma de obstáculos partidistas y económicos desde sus inicios en la década del noventa, tiene que caer definitivamente, por el bien de la salud de nuestro pueblo.

Por: Editorial El Nuevo Día

Publicado en: El Nuevo Día el 13 de mayo de 2013