La educación no es un proyecto de cuatro años (Primera parte)

El panorama en el Departamento de Educación de Puerto Rico (DE) se presenta preocupante. El segundo semestre escolar comenzó este año con sobre 200 plazas de maestros sin cubrir, 87 por ciento de los planteles escolares en plan de mejoramiento, desconocimiento de cuántos estudiantes desertaron el año pasado y quejas por los ineficientes procesos administrativos que impiden, incluso, que se atiendan a tiempo los problemas de infraestructura y recursos en las escuelas del País.

El presupuesto de la agencia ronda en alrededor de cuatro billones de dólares, sin embargo, gran parte de esta partida la absorbe la nómina de la agencia. ¿Problemas económicos o de gobernabilidad? Diálogo, conversó con varios expertos en el área educativa del País, ciudadanos que por años han estudiado el sistema educativo, para auscultar su parecer.

“Yo creo que el problema del DE es un reflejo de la crisis completa que vive el Gobierno del País. El Departamento de Educación de Puerto Rico es una agencia más dentro de un gobierno central y la crisis de ese gobierno se refleja en cada una de las agencias”, expresó Nyvea Silva, directora ejecutiva del Instituto de Política Educativa para el Desarrollo Comunitario (IPEDCo).

Además de coincidir en que el problema, definitivamente, es uno de gobernabilidad, Silva y el resto de los entrevistados opinaron que se necesita implementar una estrategia que permita facilitar la continuidad de las iniciativas educativas del DE. Resaltaron que para atacar ese problema es indispensable que el Gobierno de Puerto Rico le permita al DE establecer un plan decenal de trabajo educativo. Esta propuesta le permitiría al sistema establecer un plan educativo que mantenga continuidad y no sea afectado por los cambios de gobierno.

“El cambio de gobierno implica necesariamente un cambio aquí que no debiera ser, quita continuidad”, afirmó la catedrática de la Universidad de Puerto Rico (UPR), Ana Helvia Quintero.

Por su parte, el profesor de la Escuela Graduada de Administración Pública de la UPR, César Rey, explicó que el diseño del DE en el País está muy ligado a la división política y la selección en ocasiones del personal de confianza corresponde a un proyecto de partido. Las consecuencias de estos cambios es la falta de confianza en el sistema y la disminución del nivel de competitividad del Departamento frente a otros sistemas educativos en el mundo. Para Rey, se debe establecer un plan decenal que atienda las necesidades de Puerto Rico como sociedad, y las necesidades de Puerto Rico frente al mundo.

“Ese proyecto crea unas vertientes o unas convergencias con la aspiración y el posicionamiento de Puerto Rico frente a la globalización, su aspecto socio-económico, tiene que ver con la naturaleza y la calidad del puertorriqueño y las puertorriqueñas que aspiramos a educar, tiene que ver con el mercado, pero tiene que ver también con la civilidad, con la sociedad que nosotros aspiramos”, explicó el también ex secretario del DE.

El plan decenal incluiría estrategias para atender todas las deficiencias dentro del DE. Según la doctora Silva, el Departamento se divide en cuatro grandes componentes que son, el administrativo, el fiscal, la parte pedagógica y la curricular. Un plan decenal debe incluir métodos que atiendan las cuatro áreas del Departamento, siendo la escuela la base de todo el sistema.

“Lo más importante es la escuela y todo lo que hay detrás es la infraestructura de apoyo para que se dé el aprendizaje en la escuela. Se supone que toda esa infraestructura existe para darle apoyo a esa escuela para que sea lo más eficiente posible y eficiente significa que la persona se educa”, recalcó Silva.

Para lograr una educación eficiente, dos cosas básicas fueron abordadas por los expertos, la reestructuración del currículo educativo de Puerto Rico y la integración de la comunidad a cada una de las escuelas que componen el sistema puertorriqueño de educación.

Para Rey, “hay que crear nuestra propia pedagogía, crear nuestro propio proceso educativo, insertar el mundo sin duda alguna, pero atado a nuestra realidad. Eso amerita una reconceptualización del sistema educativo y de la estructura gubernamental educativa, como supone también, ajustar un currículo que va desde el proyecto educativo sustantivo, hasta lo que podría ser la vertiente vocacional”.

El educador añadió que la escuela debe ser un proyecto y centro comunitario, con horarios extendidos donde las demás agencias, como Salud, Familia y Recreación y Deportes, pudieran ofrecer sus servicios a la comunidad.

Reestructuración del sistema de gobernanza

Para cumplir a cabalidad con las metas que propondría un plan decenal dentro de las escuelas , es necesario que se atiendan las deficiencias fiscales y administrativas del sistema educativo del País. Esta reingeniería podría comenzar traspasando responsabilidades de la oficina central del Departamento de Educación, a las oficinas de Distritos Escolares.

“Pienso que el distrito es más efectivo porque es más cercano a la escuela. Los distritos hay que fortalecerlos, de hecho, muchas de las tareas que ahora mismo suben al Departamento podrían quedarse en el distrito y entonces el Departamento hacerse más pequeño. Yo eliminaría las regiones y fortalecería los distritos y poco a poco ir pasando muchas de las tareas a los distritos. El Departamento debe ser más un lugar de planificación y evaluación”, subrayó Quintero.

Del mismo modo, Rey afirmó que es la falta de planificación preventiva dentro de la estructura del Departamento, lo que provoca que constantemente haya falta de maestros y recursos dentro de los planteles escolares. Para contrarrestar la situación sería necesaria una revisión de contratos y normativas dentro del sistema educativo.

Por otro lado, Silva destacó un aspecto importante que es necesario tomar en consideración. Cuando el gobierno federal asigna fondos a su sistema de educación, lo hace pensando en atender sus necesidades particulares. Cada vez que la Isla recibe parte de ese dinero, acepta que será utilizado para atender las necesidades que el gobierno federal ha identificado, que no necesariamente son las mismas de Puerto Rico.

No obstante, Silva sostiene que Puerto Rico no está en posición de negarse a recibir ese dinero porque, aunque la cantidad que el gobierno local invierte en educación es muy significativa, la mayoría del presupuesto lo consume la nómina de la agencia.

“Eso es uno de los grandes desafíos que tiene [el DE], cómo a linear los requerimientos federales con las necesidades de nuestros estudiantes”, aseguró. La entrevistada recomendó que se establezcan conversaciones con el gobierno federal de modo que se puedan atender las verdaderas necesidades del sistema de educación del País.

Por: David Cordero Mercado

De: Diálogo