“Si todos nos educamos seríamos un mejor País”

 

 

Reconocen los logros de los estudiantes de la UNE

 Por Marga Parés Arroyo / [email protected]

 

Apostaron a su futuro y optaron por no ser parte de la llamada Generación NiNi, esos jóvenes que ni estudian, ni trabajan.

Por este logro, María de Lourdes Lara, directora ejecutiva de Agenda Ciudadana, urgió a los 1,834 universitarios que se graduaron ayer de la Universidad del Este (UNE) a agradecer a los familiares y allegados que los ayudaron a alcanzar esta importante meta.

De acuerdo con una investigación que realizó el año pasado El Nuevo Día, en el 2009 habían en la Isla 319,662 puertorriqueños de 16 a 34 años calificados como NiNis, lo que, según trascendió entonces, podría costarle al País unos $75,608 millones en productividad perdida.

“Son personas que, lamentablemente, no aportarán a la economía y bienestar de sus comunidades y familias por estar encerrados”, denunció Lara, quien fungió como la oradora principal de la Vigésima Colación de Grados de la UNE.

Según Lara, hay estudios que demuestran que por cada dólar que se invierte en educación, el País recibe $10 en “riqueza” o aportaciones económicas y sociales. Asimismo, recalcó que mientras el gobierno invierte unos $5,000 al año por estudiante, un preso le cuesta $30,000 en ese mismo periodo de tiempo.

“La inversión en la educación es la decisión más acertada que un ser humano y un País pueden tomar”, subrayó la también sicóloga.

Durante la ceremonia, que se llevó a cabo en el Centro de Convenciones de Puerto Rico, Lara exhortó a los egresados a exigir la creación de empleos a tiempo completo, con un salario digno y los beneficios necesarios. Además, les hizo un llamado para abogar por una educación que esté libre de ataduras políticas, chantajes y grandes intereses.

“Exijan un País democrático, justo, inclusivo”, dijo Lara, quien urgió a los graduandos a abogar, también, por un sistema de salud universal y por un país seguro y libre de tanta violencia.

Por una masa laboral

Carol Díaz Díaz, de 26 años, quien ayer se graduó con honores de la Escuela de Ciencias y Tecnología, coincidió en la importancia de que el País invierta en la educación ya que, a la larga, ganará más.

“Este país necesita un cambio, ser parte de una masa laboral de calidad, sacar pecho como un pitirre”, dijo la joven.

Por su parte, Giovann Vizcarrondo Martínez, quien también se graduó con honores ayer, comentó que es importante que los jóvenes dejen a un lado la vagancia y se motiven, con el apoyo de su familia y allegados, a aportar por el bienestar de la sociedad.

“Puerto Rico necesita que la gente se eduque. Eso hace que el País eche para adelante”, dijo, mientras tanto, Cándida Meléndez, quien ayer, a sus 76 años, se graduó de asistente preescolar.

Para José Berríos, catedrático auxiliar de la UNE, es importante que el pueblo deje atrás la actitud pasiva de esperar que le lleguen las cosas. Como ejemplo, mencionó que en la Isla solo un 40% de la población trabaja activamente, mientras el 60% depende del mantengo.

“Mucha gente no quiere ni estudiar ni prepararse, pero el futuro depende de uno. Si todos nos educamos, seríamos un mejor País”, comentó Nereida Díaz Feliciano, madre de una de las graduandas, Miladys Pastor, quien ayer completó una maestría en Educación.

En su mensaje, el rector Alberto Maldonado Ruiz convidó a los graduandos a encarar retos nunca antes vistos, combatir el pesimismo y promover el cambio a través de la innovación y el trabajo.

Por su parte, José Méndez, presidente del Sistema Universitario Ana G. Méndez (SUAGM), reconoció los grandes sacrificios que muchos de los egresados hicieron para completar un grado universitario, algunos trabajando y estudiando, con familias que atender y otros retos y situaciones personales.

Ayer la UNE le otorgó la Medalla Presidencial a Christopher Buck, del Peter and Carmen Lucia Buck Foundation, Inc., entidad que ayuda a mejorar la calidad de vida de las comunidades.

 

Comments

  1. El problema es que los coniumsdores olvidamos fe1cilmente todos esos abusos y los perdonamos. Si fue9ramos me1s exigentes y salie9ramos de nuestra zona de confort para penalizarlos es posible que vie9ramos avances en esos campos; mientras permanezcamos pasivos y digamos uff que follf3n ahora, casi casi que quedo donde estoy seguire1n sin evolucionar